yoestoyamiaire
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Mi pequeño espacio cumple un añito. Primero empecé escribiendo poesías ñoñas para superar traumas amorosos, después cartas transprovinciales a alguien especial, finalmente acabé contando mis historias para no dormir a todo el que me quisiera leer.
Ha sido un año... diferente. Un año en que he aprendido a conocerme un poco más, a valerme por mí misma, a descubrir que puedo conseguir todo lo que me proponga. Cuando mayo era por mayo, en Málaga descubrí el orgullo de ser madrina, en junio me despedí de un novio, en julio aprendí que los buenos amigos (amigos malagueños) no siempre tienen que estar de acuerdo y en agosto me fui a pasar calor a Italia porque yo lo valgo. En septiembre me dijo adiós la persona a quien yo más he querido y en octubre confirmé que segundas partes nunca fueron buenas (rancios horchateros no, gracias). En noviembre volvió a sonar mi clarinete sobre un escenario, y en diciembre el reencuentro con mis tres añoradas Erasmus. Enero comenzó con una fantástica fiesta nocheviejera-viajera, pues las despedidas no se hicieron esperar, y febrero fue el mes estresante-frustrante-brillante. Marzo con sus avatares con los ratones de laboratorio y los preparativos de mi nueva casa en el pueblo dio paso a un abril de dolce vita en París. Otra vez en mayo, otra vez madrina, vuelta a Málaga.
Vuelta al principio. No sé si la historia son ciclos que se repiten o una larga línea con punta de flecha indicando la dirección correcta. He aprendido mucho, a veces he llorado hasta que me picaron los ojos, otras me salieron agujetas de tanto reír. Pero, ahora más que nunca... SIEMPRE YO!
- La bella durmiente: Ana Obregón, mira que la besan príncipes pero es que no hay manera!
- El rey Midas: David Beckham, que todo lo convierte en oro, hasta a su mujercita que no soporta el olor a ajo.
- La cenicienta: Belén Esteban, la princesa de las chabacanas, metida a "joya" de la corona.
- El flautista de Hamelín: Bush, que conduce a las ratas (o borregos, según se mire) a la guerra.
- La madrastra de Blancanieves: Isabel II que no pudo soportar que el espejo prefiriese a Diana.
- El de las habichuelas mágicas: Maradona, que en vez de habichuelas lleva pastillitas o polvitos mágicos que le hacen escalar al cielo.
- Pulgarcita: Letizia Ortiz, que vienen los pájaros, se comen las migas de pan y ella va y se olvida de cuáles eran sus orígenes (republicanos!)
- Pinocho: me vale cualquier político, a elegir según predominancia de hemisferio. (Marín en el papel de Pepito Grillo, como la voz de la conciencia).
- Peter Pan: claramente, Pocholo, el niño que no quería crecer.
- El gato con botas: Fernando Alonso y la masa de asturianos formuleros.
- Caperucita Roja: todas las mujeres que son maltratadas por los lobos feroces.
La para empezar en el bajo, si do# mi de acompañamiento... un acompañamiento de acordes, está bien. Agilizo con ostinatos de la en el bajo, a contratiempo. Segundo compás, a ver, probaremos con mantener en el acorde y hacer descender el bajo a un sol... quizá mejor cambie el acorde y lo mantenga después. Tercer compás, fa# y mismo acorde, después sigo la cromática a un fa becuadro... ya estoy llegando, ahora un acorde raro, de esos que no vienen a cuento pero que siempre quedan bien, con muchas notas. Una inversión de séptima, por ejemplo. Sol# para mantener la tensión... y empieza la melodía!
Alargo un poco el acompañamiento... Cuatro compases de melodía lenta que recojo en una variación con semicorcheas y todo. La melodía sale sola... cómo me gusta la sensación de que la música fluye por mis dedos, que sólo tengo que encontrar la nota que está en mi mente. Paseo por tesituras graves, terreno peligroso de donde luego no sé salir. Semicadencia y veremos donde me lleva ese acorde que hago pasar de la mano derecha a la izquierda. ¿Una nueva melodía? Este tema va en pianísimo y con cambios de ritmo... primera frase como en un hilo de voz, ¿dónde me conducirá?... Mañana más!!!
1.- ¿El vidriero, porque ve reflejado en él su trabajo?
2.- ¿El que lo vende, porque al colocarlo en un sitio estratégico pudo admirar su "arte como decorador"?
3.- ¿El que lo compró ilusionado con vestir su casa nueva de hogar, porque con el espejo la estaba haciendo un poquito más suya?
4.- ¿El que se miraba cada monótona mañana mientras se lavaba los dientes?
5.- ¿El que se supo mejor que el triste trozo de cristal pintado de azogue, cuya razón de existir es ser como los otros?
6.- ¿El que se sonrió a si mismo a través del espejo, porque aceptaba lo que se le estaba mostrando?
Érase que se era una ciudad ecológica en que la gente iba en bici y patines por las calles. Una ciudad con libreros a la orilla del río, con una sorpresa en el cielo cada mañana. Un lugar donde lo antiguo y lo moderno se funden y no se extrañan, donde algunos edificios son de calabaza por fuera y de PVC por dentro.
Supongo que también era una ciudad donde la gente se podía permitir el lujo de andar despacio. Cerca del Sena, sobre los puentes. Por los parques llenos de tulipanes de colores. Por las interminables salas de cualquier museo. Por cualquiera de las calles de sus barrios multiculturales (el judío, el latino, el lúdico-festivo, el de Amelie...) París, la primavera y sus árboles rosas en las plazas.
Pero, ante todo y sobre todo, París es la ciudad del amor. Los "petit" cafés orientan las sillas de las terrazas no una frente a otra, sino en la misma dirección, como si a los enamorados que las ocupa no les hiciera falta mirarse, porque ambos saben que buscan lo mismo. Me imagino que sería aún mas bonito, si cabe, estando enamorada.
Y así, los condenados a enamorados de la vida se conforman con remar en un lago y pasar la tarde más divertida de los últimos tiempos, con ser Cenicienta por una noche, con echar de menos su lejana casa sintiéndose libres.
Gracias, Irene, Janett, Sil, revisores del metro de Anthony, por hacer de este viaje algo especial.
