- Y entonces ella pensaba que encontrando a alguien más alto, más inteligente y más maravilloso le olvidaría.
- ¿Y qué ocurrió entonces?
- Pues que buscaba y buscaba, y mientras mucha gente que le decía "no busques tanto, ya aparecerá", pero ella sabía que para encontrarle tenía que estar atenta a todo aquél que se cruzara con sus ojos.
- ¿Pero sabía bien lo que buscaba?
- En realidad, buscaba a su antiguo amor en otro cuerpo, en otras manos, en otros labios.
- ¿Y le encontró?
- Creo que no, decidió entonces que quizá antes debería olvidarle, y luego dejarse enamorar por otra sonrisa.
- ¿Y ya le has olvidado?
Aunque la gente le conocía como el vendedor de lámparas, él prefería llamarse a sí mismo el artesano de la luz. Tenía una bonita placa en la puerta de su casa-museo-taller 3 en 1. Había una puerta grande de madera que conducía a un patio. Los turistillas rurales que pasaban por allí le envidiaban porque podía trabajar de lo que le gustaba, sin necesidad de nada más que un soplete, algunos cables y muchas bombillas. Pero en seguida al padre de la familia de domingueros le sonaba el móvil y tenía que salir al patio a gritar a través de las montañas eso de "compra, compra". Y cuando volvía a entrar ya se había olvidado que el oficio de artesano de la luz era sencillamente maravilloso.
Y si alguien quiere saber la segunda parte de la historia, que me pregunte... yo dejé el móvil en casa.
Este es el lema que aparecía en un cartel con pegatinas de Comisiones Obreras (o como diría Urdaci, CeCeOO), sobre las puertas cerradas del ya mítico Madrid Rock.
Una empresa que cuenta con la fidelidad de sus clientes (entre otras cosas por la eficacia de los trabajadores, que no hay cd o dvd que no conozcan), y que factura 60.000 al día durante los fines de semana, cierra por declararse en quiebra. Le echan la culpa al top manta y a las descargas por internet. ¿La verdadera razón? El grupo Inditex (o lo que es lo mismo, Zara, Pull & Bear, Bershka, Stradivarius, Massimo Dutti y Oysho) ha hecho una oferta que no pudieron rechazar.
Y yo no entiendo de economía ni de globalización, pero los Zaras me invaden por todas partes y se llevan la pequeña-gran tienda de discos. Y quizá esté loca, pero yo a estos molinos de viento los veo como amenazadores gigantes.
Más sobre las "buenas prácticas" de Inditex:
www.ropalimpia.org/inditex.htm
Más ira divina contra Dan Brown. El cardenal Tarcisio Bertone, arzobispo de Génova, pide a los católicos que no compren ni lean "El código da Vinci". El País, 16 de marzo de 2005.
Y lo que yo me pregunto es adónde vamos a llegar. ¿Por qué no ahorran en petardos y fallas de colorines y queman todos los ejemplares del libro hereje? ¡A la hoguera todos! Yo pensaba que la Inquisición desapareció hace tiempo, y que éste era el siglo de la libertad de expresión. Independientemente de la calidad literaria, que los críticos ponen en duda, no hay que olvidar que hablamos de una novela, formato éste de invención. ¿Por qué entonces la Iglesia se siente ofendida?
Yo soy católica, apostólica y madrileña... pero a veces se me hace muy muy difícil justificar ciertos aspectos que se postulan desde lo alto de un púlpito. Y no es que entre en conflicto conmigo misma, pero me duele lo retrógrado de ciertos puntos de vista. Que para eso soy una mujer de mi tiempo.
www.elsecreto.net
... es de un color indefinido, oro viejo pero que no huele a rancio. La funda de piel que recubre a la maleta tiene pegatinas de todos los lugares a los que ha viajado. Por dentro, la maleta está forrada de terciopelo azul, y aún brilla como el primer día. Ya casi ni recuerdo cómo sonaba, normalmente solía escuchar el "cumpleaños feliz" en el descansillo con todos los vecinos cantando a coro. Creo que era uno de los grandes orgullos de mi abuelo, porque, como siempre decía, "ya no se fabrican instrumentos como los de antes". Antes de morir se lo regaló a su nieta, la aprendiz de músico.
Se me olvidó decir que dentro, sobre el terciopelo azul, hay una etiqueta de tela en donde pone Respaldiza, la pequeña tienda de la calle Arenal donde, hace muchos años, lo compró con toda su ilusión.
También se me olvidó decir que hoy Respaldiza es un Starbucks con sofás de diseño, hilo musical y azúcar moreno para endulzar un café personalizado con tu nombre.
Hoy no ha sido precisamente un gran día. Pero como no me gusta llorar porque luego me pican los ojos y me pongo (aún más) fea, he sopesado las opciones...
a) Ponerme a componer con el piano, encender incienso y meterme en el papel de bohemia solitaria
b) Comprar medio litro de helado y alquilar una peli, así cuando lleguen mis padres podré decirles que lloro por la peli
c) Estudiar microbiología, que a largo plazo da resultado y parece que valgo para ello, o para la química farmacéutica, una de dos
d) Irme de compras, gastarme medio sueldo en ropa fashion y cara y pensar que eso me hace mejor
e) Dejar de escuchar "Drawn from memory" de Embrace, que con 10 veces ya vale, por muy bonita que sea
f) Rendirme a la insistencia de mi amigo Bob, más conocido como Ruperta, y salir con él y su colega "el botijo" (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia), beber sin fin, reirme de todo en general y de nada en particular... y mañana después de la resaca saber que estuvo ahí... en uno de esos no-gran-día, que luego si lo fue.
¿No oís a mi corazón latir? ¿Es que acaso no lo estais escuchando? Caerse está permitido, levantarse es una obligación, ¿lo sabíais? Me caí muchas veces, una incluso me rompí un hueso, no sé muy bien cuál. Intenté caminar a gatas por miedo a caerme de nuevo... pero echaba de menos la mirada de la gente. Y ahora... no veo más que párpados tristes, arrugados, disfrazados. ¿Dónde, dónde se esconden esos ojos llenos de vida? Tras los muros de la soledad. No quiero ser huérfana de la utopía... me encerrarían en una habitación de paredes blancas. Creo... no, lo sé, sé que en algún sitio, lejos en el espacio o en el tiempo, allí le encontraré. Y me estará esperando, y sabré que es él porque me cruzaré con sus ojos.
Cuando me propusieron ir a Punta Cana de viaje de Ecuador... pues decidí hacerme objetora de conciencia y dejar los casi 1000 euros para mejor ocasión (Inter-Rail por Italia... uhmmmmm). No soy de las que piensan que las mejores vacaciones consisten en tomar el sol vuelta y vuelta (las chicas), tirarse a mulatas (algunos chicos), y disminuir el consumo de agua de la isla de turno en favor del "ronsito dominicano" (todos en general).
Algo así pensarían los que se van este año de mi facultad, que han optado por irse... pero le han echado un poquito de solidaridad. Contactaron con una ONG para llevar ayuda (ropa, medicamentos, libros de texto...) y no sólo como "porteadores", sino que si quieren pueden ir a visitar los proyectos de la ONG. Así que me congratulo de la propuesta, y animo a todos los que se puedan permitir un viaje de super-lujo como ese... a pensar también un poquito en los demás. Quien no es solidario es porque no le da la gana.
Letras de neón rosa anuncian el mago que un día hizo girar a los planetas. Sin necesidad de telescopios, el Galileo amanece, en plena noche, con nuevas estrellas, con la ilusión como límite del horizonte. Una estrella de aires étnicos y ritmos canarios. Otra estrella flamenquilla con dos lunas, una a cada lado, guitarra en mano. Y ellos. Fede Comín, Fran Fernández. Estrellas fugaces que luchan por atravesar las nubes y ser vistas. Algunas llegaron a lo más alto, e incluso pudieron cantar 28 segundos en un gran paripé norteamericano.
Tan, tan cerca que su estela me acaricia la piel. Así pasaron, con un montón de canciones bajo el brazo, una noche cualquiera de febrero. A veces, una lucecita en medio de tanta oscuridad quizá no alumbre mucho, pero da referencias. Y yo ahora creo que sé que para conseguir un sueño (la música)... primero hay que aprender a volar, y atravesar muchas, muchas nubes.