... es de un color indefinido, oro viejo pero que no huele a rancio. La funda de piel que recubre a la maleta tiene pegatinas de todos los lugares a los que ha viajado. Por dentro, la maleta está forrada de terciopelo azul, y aún brilla como el primer día. Ya casi ni recuerdo cómo sonaba, normalmente solía escuchar el "cumpleaños feliz" en el descansillo con todos los vecinos cantando a coro. Creo que era uno de los grandes orgullos de mi abuelo, porque, como siempre decía, "ya no se fabrican instrumentos como los de antes". Antes de morir se lo regaló a su nieta, la aprendiz de músico.
Se me olvidó decir que dentro, sobre el terciopelo azul, hay una etiqueta de tela en donde pone Respaldiza, la pequeña tienda de la calle Arenal donde, hace muchos años, lo compró con toda su ilusión.
También se me olvidó decir que hoy Respaldiza es un Starbucks con sofás de diseño, hilo musical y azúcar moreno para endulzar un café personalizado con tu nombre.