yoestoyamiaire
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Olvidé mi corazón en una calle/ tan seguro estaba cuando lo entregué/ que tan sólo queda un pequeño detalle/ no sé a quién, cuándo, ni dónde lo dejé./ Voy buscándolo y es una pesadilla / mientras tanto pienso en una solución/ si pudiera encontrar una semilla/ que sirviera para un nuevo corazón/ que sirviera para un nuevo corazón.
Pues eso, vuelves de Italia donde te han tratado genial, donde te has sentido especial
y vuelves a España, con sus calvitos gorditos bajitos, vale que campechanos y graciosos, pero que no te hacen sentir tan bien. Y te preguntas en qué lugar te dejaste el corazón, que ya no te interesa el juego, que no cuenten contigo más para tomarte el pelo. Ya perdiste demasiado tiempo, ahora valoras a tus amigos, quieres tener tiempo para ti, no dar explicaciones
vivir a tu aire!
Porque yo ya no sé si olvidé mi corazón en una calle o es que simplemente dejé de creer en el amor.
Ya no creo en las hadas, ni en los cuentos con princesas, ni en hechizos, ni en comer perdices ni nada. Y ahora un hada se está muriendo por mi culpa, por decir que no creo en ellas. Cuando eres una niña te mienten con los cuentos, y no lo descubres hasta que tu príncipe azul se cae del altar y la burbuja de cristal se rompe en mil pedazos.
Es fácil quemar en una hoguera los cuentos, pero no sacarlos de la imaginación que les puso caras, colores, voces. ¿Quieres continuar siendo una niña que cree en fantasías? ¿O ya es hora de borrarte de todo eso, igual que te borras del gimnasio o de la lista del INEM? ¿Dejar de pasarlo mal por algo tan ilusorio a la par que destroza-conciencias como es un final feliz?
Pero es complicado sacar a alguien de tu vida, aunque te diga que no le importas (al menos por ahora), porque puede que sea uno de esos personajes de fábula cuyo recuerdo quede almacenado en algún lugar de la memoria, pero al cual perdiste para siempre, pues sus páginas ardieron
Qué difícil es esto de los sentimientos, ojalá a cada situación le sucediésemos como una consecuencia racional y mesurada. Adulta. Normal. Como hoy cuando llegué de la playa, no tenía NADA EN LA NEVERA y fui a comprar pizzas y cocacola. Así de fácil.
Me voy a I T A L I A... pero dejo la puerta abierta.
Dejo la puerta abierta a nuevos olores, sabores, ritmos nocturnos, postales estupendas y muchas muchas risas. Dejo la puerta abierta porque en verano uno no puede ser negativo, hay que disfrutarlo todo!
Como alguien dijo, en la vida si se cierra una puerta no hay que ponerse tristes, porque SE ABRE UNA VENTANA! Así que si no "triunfamos" en el amor... siempre nos quedará París (o un par de buenas amigas allí, dichoso Erasmus). Y si no tenemos éxito en Septiembre, siempre nos quedará un verano para recordar (mientras estudiamos para Febrero!). Pero al final, dejaremos una huella en el camino de alguien, y muchas en el nuestro, por mucho que no alcanzáramos nuestro destino.
Dejo la puerta abierta a cualquiera de mis "ex" que últimamente pasan un poco de mi (vaya tontos, con lo morenita que me he puesto este verano!), aunque si te digo la verdad, peor para ellos, ya me cuidarán los italianos!
Y dejo la puerta abierta (o la ventana) a todo el resto del mundo, al solecito de la playa mediterránea, a los helados de dulce de leche que te pone un tío majísimo de Palazzo, y a las super-nenas que me estarán viendo, allí donde estén jajaja.
Toda esta rayada para decir que ¡por fin! me siento una chica libre, despreocupada, feliz, que puede nadar y bailar y montar a caballo no porque no sabe, pero si supiera... en definitiva, una chica Tampax!!!!
A pasarlo bien, mis niños. No me echéis mucho de menos, os quiero!!!!!!!!!!!!!!