Buscando felicidad por todos lados, en cafés equivocados. Contentándome con la mediocridad, que a veces no es más que la visión mediocre que uno tiene de lo marillosamente imperfecto.
Pero hasta lo más-mejor se puede superar, con la imaginación, o simplemente alargando la mano, los dedos... un poco más... ya casi está!
No me conformo con menos. De vuelta a lo de siempre, pero diferente. Bienvenida otra vez al universo de las cosas pequeñas que hay por (re)descubrir. Hay alguna asignatura que no está mal, nuevas farmacéuticas a las que consultar porque estarán escuchando, unos patines que esperan tardes sin prácticas para recorrer el Retiro, una piruleta por sorpresa, un clarinete que ansía ser acariciado, viernes y sábados y martes de risas sin fin, viajes a rompeolas imaginarios, bucles de alcohol (o no), los buenos amigos que no se van ni con agua caliente ni quiero que se vayan, mil cosas por aprender, chimeneas incombustibles en tardes lluviosas, abrazos voladores, una llamada en el momento oportuno, alguien que me envuelve...
Sí, creo que no puedo conformarme con menos, porque yo lo valgo. Quiero euforia. EXIJO EUFORIA.