yoestoyamiaire
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Llega el día. Te enamoras. O no mucho pero luego ya va siendo que sí. Y resulta que tienes la buena (o mala) suerte de ser correspondido. Empezáis a salir, muchas risas, muchos besos, alguna que otra discusión, es normal, tanto tiempo juntos! Todo el tiempo es primavera en tu corazón. Y siempre descubriendo cosas, algunas sorprendentemente buenas, otras algo peores. Incluso algunas te sacan de tus casillas, pero
estás enamorado, eso no cuenta!
El amor hace pasar el tiempo, el tiempo hace pasar el amor y cuando te quieres dar cuenta, los detalles se agotan o saben a repetidos, más discusiones que besos, más monotonía que amor. Es entonces cuando todo se acaba, y te despides con una sonrisa.
Pero al final nunca es así de fácil. Puede que encuentres actitudes que el estar enamorada no te dejaba ver, puede que la distancia separe aún más lo que un día os unió, aunque también puede que el tiempo no hiciera pasar el amor del todo
Solo decir unas palabras. No puedo estar mas de acuerdo con este post que has escrito. La distancia hace que todo lo bueno se vaya perdiendo... pero por mucho que se intente no se olvida.Siempre queda algo hay... hurgando en la herida; para bien o para mal, las personas pasan, los recuerdos siempre estaran presentes.
Escrito por Mario Antonini a las 26 de Septiembre 2004 a las 04:44 PMLos recuerdos... sólo recuerdos o también algo de sentimientos? Porque a veces, no siempre, al tiempo se le olvidó llevarse "algo" más que instantáneas guardadas en nuestro corazon
Escrito por Cris a las 26 de Septiembre 2004 a las 04:52 PMEl amor es un momento de la vida. Solo un instante y si de verdad estás enamorado, ese instante, ese solo segundo, dura toda la vida. Es lo que tiene.
La amistad con alguien puedes perderla y no volverte a acordar. Además, la amistad, hay que conseguirla poco a poco, es cuestión de un largo proceso.
Sin embargo, un buen dia, entras a clase, y ves a una persona, que en un solo segundo a puesto tu corazón a mil pulsaciones por minuto y ha puesto a volar las mariposas de tu estomago. En solo un segundo te has enamorado, y no puedes hacer nada. Absolutamente nada.
Como es logico, si esa persona te corresponde, entonces, apaga y vamonos. Te han cogido y no tienes por donde escapar y entonces empiezas a sentir cosas que nunca creiste sentir y empiezas a soñar y lo que creias que solo los angeles soñaban.
Si pretendes olvidar a ese persona, que ha hecho renacer tus instintos amorosos, no lo vas a conseguir. Es una batalla perdida de antemano.
Por eso, la gente de la que te enamoras, no las olvidas nunca, y siempre queda en tus retinas, el sabor del primer beso y el sudor del ultimo abrazo debajo de las sabanas.
Un beso pequeña.
DEPENDE.
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Te persigo cada día, desde que abres tus ojos en las madrugadas todavía oscuras... En silencio doblo las esquinas tras de ti, soñando que nos miramos a cada paso. Añorando el calor de los besos que aún sigue grabado en mis labios. Pasa el tiempo hasta hacerse infinito, hasta perderse en los recuerdos... Mueren los días que nos mantienen vivos. Y que difícil se me hace imaginarte, que complicado alejarme, que imposible olvidarte... Que absurdo me parece añorar todas aquellas cosas, que alguna vez, llegaron a ser reales. La noche cae, y yo mientras, caigo sobre tu piel desnuda.
Solo pienso en esos instantes... En los que tu voz se clava en mis adentros. Y malgasto tardes enteras inventando frases que quizá jamás pronuncien tus labios. A veces la inmensidad de lo incierto me provoca miedos, tal vez sin fundamentos... Es tan incierto el futuro, que ni siquiera existe. Nos pasamos la vida reviviendo un pasado, mientras caminamos hacia ese futuro que jamás llega. Siempre he creído que los tiempos mejores, vinieron o vendrán... Es como si el presente no existiera, como si ahora la inconsciencia me obligase a escribir, como si no fuese yo... Ni siquiera mis dedos. Quizá mañana, echaré de menos este momento.
Hace días que estoy triste, y no consigo dar con los motivos. Normalmente escribir suele ayudarme a aclararme conmigo misma... Generalmente consigo decirle a un trozo de papel, lo que jamás le diría a mi alma. Esta vez ni siquiera las palabras me sacarán de mi desastre. Mi mente gira alrededor de una idea, que sigo tratando de descifrar. Y cada pensamiento, viene acompañado de tus ojos infinitos. Es curioso, tus ojos son oscuros como la noche, y desprenden mucha más luz que aquellos rayos que iluminan los mejores mediodías. No se explicar que es... Pero me encadenan la mirada.
Esta tarde, he viajado por las calles de mi barrio. Durante horas he conducido, sin mirar más allá de la luna de mi coche. Sólo conseguía escuchar aquellas canciones que tan tímidas, sonaban mientras dejaba atrás los edificios mojados por la humedad del invierno. Qué fácil resulta pensar en ti... Que sencillo quererte... Cuando te miro me pareces tan grande, que yo me hago pequeña, para convertirme en gigante después, si consigo respirar tus besos. Es tan raro el amor, que te arrastra de aquí a allá como si tu voluntad no tuviese ni voz ni voto... Como si el entendimiento, hubiese dejado de entender.
Y mi voz se calla, para escuchar la tuya...
PD.- ¿Sabes lo que más me gusta de dormir a tu lado? Despertar contigo...