A veces hablando con otra persona, que puede que haga mil años que no ves, te encuentras hablando con un espejo. Y te termina las frases, y ves que tiene las mismas frustraciones e ilusiones que te invaden las entrañas más escondidas. Y te dice que ojalá hubierais quedado antes, que se estaba perdiendo muchas cosas de ti, que le estás entendiendo como nadie.
Entonces repasas tu vida, y siendo sincera por una vez (por una vez!), analizas lo que has hecho bien y lo que has hecho mal. Cómo no, acabas en el monotema. Te das cuenta de que estuviste enamorada una vez, sí, tu primer amor, imperfecto, de acuerdo, pero difícil de olvidar (y superar?). Y que, aún asi, no salió bien. Y que cuando después encontraste a la persona perfecta para ti no te llegó hasta el punto exacto del corazón, ése que hace tantas cosquillas, a pesar de quererle como a nadie.
Cuando subes en el ascensor de tu casa, te encuentras con dos opciones:
1)Pensar que, a pesar de haberte enamorado y de haber encontrado al chico perfecto, no fuiste capaz de mantener a ninguno de los dos. Conclusión: te deprimes y piensas que vaya mierda de vida, que nunca encontrarás a quien te haga feliz.
2)Convencerte de que ninguno era la persona que está por venir, y que no me puedo rebelar contra algo que sólo depende del dios Tiempo. Así que mientras aparece la persona que me hará (algo) más feliz, seguiré encantada de conocerme.
Yo, después de hablar con mi espejo esta mañana
elijo la opción 2. Y como tal, me despido ante el inminente descanso vacacionero con una gran sonrisa en los labios
Ojalá os lleguen sus rayitos desde donde esté
Ninguna persona es la ideal para cada uno, simplemente el destino tras muchos avatares nos junta con esa persona, k nosotros creemos k es la ideal, pero como ella a lo largo de la basta geografia mundial existen mil. El amor, por tanto, es un esclavo sin mas oprimido por el yugo al k le someten nuestras fieles amigas las hormonas.
Escrito por Bob a las 15 de Julio 2004 a las 12:04 AMHay días en los que estás encantada de conocerte y otros sin embargo tú misma te pondrías de patitas en la calle. Se supone que los primeros deberían ser más abundantes que los segundos, pero hay rachas en las que no sabes cómo te aguantan los demás si no te soportas ni tú. Pero en esos abismos de oscuridad hay pequeños destellos que te hacen brillar, al principio de manera fugaz, pero que poco a poco van haciéndose más abundantes. Son esos días en los que te miras al espejo y te ves guapa, en los que saludas al cabroncete del conductor de tu autobús... es tu momento Amelie. A veces esos momentos se estropean porque te das cuenta de que estás sola, que no tienes a nadie que te cuide ni te mime... pero eso no es verdad. Llevas tanto tiempo en la oscuridad que te estás quedando medio ciega y no te enteras de que hay mucha gente alrededor tuya a la que le importas. Que es tu momento, tu momento de ser feliz, sola o con alguien a tu lado, porque como alguien me dijo una vez "tú eres el mínimo común múltiplo de la felicidad", a lo que yo entendí que si tú no pones de tu parte, los demás no van a darte la felicidad. Y por eso es el momento de buscarla por tu propia cuenta. Y de darse cuenta de verdad y poder afirmar rotundamente que estoy encantada de conocerme.
Escrito por Nashira a las 30 de Agosto 2004 a las 09:48 PM