Málaga, 20 de marzo de 2004
¡Hola Cris!
¿Cómo está todo por ahí? Aquí estamos todo bien, aunque a todos nos ha afectado lo ocurrido y cada uno lo expresa a su manera. Supongo que para vosotros será muy duro; se me parte el corazón al pensar hasta dónde estamos llegando. No podemos dejarnos vencer por la ira, la venganza, el odio o el dolor... No podemos dejarnos ganar. Nosotros somos fuertes, tenemos corazón, cabeza, conciencia y sentimientos. Y sufrimos penas y alegrías, teniendo nuestros más y nuestros menos. Pero la vida es bonita así, con su carga de emociones, inesperada, sorprendente o decepcionante, maravillosa. Yo, esta vez, he optado por gritar en silencio, porque el silencio es la voz más fuerte.
Si de algo sirven estas cosas, es para volver a valorar un sonrisa, un abrazo, un beso, una mirada, un gesto..., todas esas pequeñas cosas que muy poca gente aprecia, pero que lo dicen todo sin palabras; todas esas pequeñas cosas que son las más grandes que posee el ser humano y que la vida nos regala día a día. En estas situaciones sacamos lo mejor de nosotros mismos y sentimos el dolor de las víctimas y nos solidarizamos con él. Al ver las imágenes de la manifestación de Madrid no pude evitar que me recorriera un escalofrío y que se me pusieran los pelos de punta. Era una sensación de satisfacción saber que todos se vuelcan. Aunque aun así, no puedo dejar de sentir tristeza y dolor por los afectados, porque en cierto modo todos íbamos ese día en el tren.
Y esos que hayan sido, no merecen ni ser nombrados; no merecen ni desearles una eternidad de infiernos; no merecen que les llamemos inhumanos, porque les estaríamos comparando con nuestra especie, ni animales, porque los animales tienen corazón. No podemos dejar que nos quiten algo tan básico como nuestra libertad, ni nuestra vida; no podemos vivir con miedo.
Me despido. Si algo puedo agradecer es que todos estéis bien. Recuerda que estoy con vosotros, que estamos con vosotros para lo que sea y cuando queráis. Hay que apreciar y vivir al máximo cada segundo de esta vida porque nunca se sabe cuándo llega a su fin o cuándo alguien llegará a robarla...
Cuídate mucho. Un besazo enorme.
Nomy
Almas de cercanías.
Despertaba el asesino día
Tremendo, cautivo, entre silenciosas vías
Un cuarto hasta las 8 ¡que tremenda agonía!
Estallidos se las llevaban, se iban.
las manos de Pedro, los ojos de Juan, el corazón deMaría
Maldita la desesperante estampa vespertina,
que entre temblorosos latidos manchaba las vías.
Maldecida cobardía de bestias escondidas
Sentenciados a horrores para el resto de sus vidas.
Llantos de sirenas.
Amanecer amargo,
Quietud, calma, letargo.
Explosión sin clemencia
Tiempo de condena
Corazón solidario..
Once días de marzos venideros,
en vosotros juanes, pedros y marías acordaremos.
Santos, humildes, mártires, obreros.
Inocentes, no culpables, perdidos; pero no en recuerdos
Llantos de sirenas.
Amanecer amargo,
Quietud, calma letargo.
Explosión sin clemencia
Tiempo de condena
Corazón solidario..
Recuerdos infinitos que claman todavía
Por aquellas nuestras almas de cercanías.
Emociones incontroladas de sangre y nervios.
Marea de paraguas, inundante de alientos.
Ánimo entre lágrimas y esperanzas perdidas:
El milagro de las vidas que nunca estarán idas.
Almas de cercanías.
Cercanas por dolores
cercanas por inocencia,
cercanas por perdidas.
Madrid lloraba anoche,
en tu memoria nunca perdida,
con la pena más caliente,
con las manos más unidas
Almas de cercanías
siempre dentro, siempre vivas.
Ivan M. Ambite
Escrito por Ella a las 25 de Julio 2005 a las 02:02 AM