... recorro la dirección de tu pelo, analizo cada gesto, cada respiración la hago mía. Te acaricio imaginariamente desde la distancia. Quiero cuidarte desde que amanezca la mañana hasta que empiece otra nueva. Te miro por última vez antes de prepararte una sorpresa en forma de tostadas con mermelada. Sé que el hueco entre tu cuello y uno de tus hombros está hecho a la medida de mis suspiros. Mis manos se acoplan a los huecos que me guarda tu cuerpo, y las tuyas me envuelven en cuatro dimensiones. Los besos quieren hacerse horizontales, de mil maneras. Acaricio tus sentidos mientras te cierro los ojos. Y luego no puedo sino pestañear de vez en cuando, pero sin dejar de mirarte. Atrás quedaron las dudas, las traiciones que no fueron, las decepciones por culpa y omisión. Si te siento no me hacen falta palabras.
Y vuelvo a reprimir esas dos palabras por si mañana o pasado pudiese domesticarlas y decirlas cuando yo quiera. Pero cualquier día de estos esas dos palabras deciden independizarse y se van de casa sin dejar ni una nota. Y se escapan contigo para que las oigas siempre que quieras.
Hoy nos besamos en un bucle interminable de casi cuatro minutos... y ya empiezo a echarte de menos antes de irnos.
Escrito por Cris a las 11 de Enero 2006 a las 01:16 AMAhora comprendo que el amor tiene mil maneras de expresarse.
Escrito por Nashira a las 19 de Enero 2006 a las 08:17 PMque bonito es todo si se dice así de bien...
no cambies, guapa!
Escrito por Eduadito a las 21 de Enero 2006 a las 06:53 PM